Crítica a las clases de psicología

 El hecho de que esté escribiendo esto ahora significa que no vamos a tener más clases de psicología con Enrique. Cuando pensaba en eso a principio de curso no me importaba pero ahora que ha llegado el día es imposible no sentir un poco de pena.

La primera vez que conocí a Enrique entró gritando a clase y lo primero que hizo nada mas verme fue vacilarme, no una ni dos veces, fueron varias. Yo no estaba acostumbrado a que sea el profesor el que vacila al alumno y que sea el alumno el que no pueda vacilar al profesor porque vacila mil veces mejor que tú.  El primer día salí enfadado de clase pero luego me di cuenta de que había sido la única clase del día en la que no había estado amargado y poco a poco me fui dando cuenta de que iba a ser la mejor asignatura de todas.

La frase "algo nuevo aprenderéis a poco que escuchéis" empezó a tener sentido cuando conocí a Enrique porque después de todo un curso con él, puedo afirmar con certeza que no ha habido un tema del que hayamos hablado y no  haya sabido sobre él. Esto hizo que además de aprender cosas de psicología, aprendíamos muchas cosas interesantes. 

Para mi las clases de psicología han sido perfectas, es una materia en la que se estudian temas muy interesantes, los apuntes son claros y concisos en la Lechuza de Minerva y esto hace que puedas atender tranquilo a la clase sin preocuparte en coger apuntes. Los exámenes son con apuntes pero no son para nada fáciles, aprobar esos exámenes implica entender la clase y esto me parece perfecto. Esta asignatura es un ejemplo a seguir para el sistema educativo actual, demuestra que la importancia de la asignatura está en entender y no memorizar, al ser exámenes con apuntes no tenemos la presión de estudiar, esto hace que nuestra única preocupación con la asignatura sea atender y así es como realmente se disfruta aprendiendo.

Sólo hay una duda que no me has respondido este curso Enrique, si vas siempre tan elegante, ¿cómo vas a las bodas?

Ha sido un placer.